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Quiero llegar a ti en forma de un signo de interrogación, que percibas mi duda, mis numerosas dudas; que intentes ayudarme a resolverlas, aunque te diga que yo y mi soledad podemos solas. Quiero ser más abierta y preguntarte, o que tú me digas -déjame ayudarte-, sin que busques resolverme la existencia; aunque sé que no lo harías, sé que tienes dudas, como yo, como todo ser humano.
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Quisiera hacerte un lindo escrito, un "poema", pero ya ves, no soy buena con las palabras. No soy buena para el amor. Sólo soy buena para atraer problemas. Los persigo. Me persiguen. ¿Acaso importa? Lo que importa es que no quiero hablar de amor, y sin embargo aquí estoy, escribiéndole a nadie sin razón alguna.
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Hay veces en las que simplemente escribo, sin razón, sin nadie, para nadie. Es catártico.
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